como las rocas del rompeolas
como rocas que se horadan
seguimos un lento cauce de transformaciones
con pereza y furor un invisible
proceso de destrucción y creación
células que decaen y son recicladas
un cuerpo nuevo al acabar el mes
una mente que se rehace
bajo las olas de la conciencia
flotamos a la deriva
por las mareas impredecibles
mas arrojamos el mapa y el compás
que no sabemos como usar
olvidamos las estrellas
porque podrá el viento
tensar nuestras velas
pero al fin nuestro navegar
será fijado por nuestra madera
no olvidaremos que está el timón
no olvidaremos la madera
seremos lo que somos
seremos todo lo que queramos
pero nadie nos llamará dominados
como rocas que se horadan
seguimos un lento cauce de transformaciones
con pereza y furor un invisible
proceso de destrucción y creación
células que decaen y son recicladas
un cuerpo nuevo al acabar el mes
una mente que se rehace
bajo las olas de la conciencia
flotamos a la deriva
por las mareas impredecibles
mas arrojamos el mapa y el compás
que no sabemos como usar
olvidamos las estrellas
porque podrá el viento
tensar nuestras velas
pero al fin nuestro navegar
será fijado por nuestra madera
no olvidaremos que está el timón
no olvidaremos la madera
seremos lo que somos
seremos todo lo que queramos
pero nadie nos llamará dominados
1 comentario:
Qué hombrón es este tipo. Pedazo de Nerudiano, o Huidobriano, o cualquier poeta al que se le ponga el sufijo "iano" -¿mArIaNo?-
··· Hobbits de poca monta, pequeña estatura y gran corazón, escribes a mi juicio cada vez mejor, y aunque yo no sea quién para decirlo: "Felipón, me gustó mucho..." ···
Entre prosas, presas, prisas; líneas, sillas; estrofas, estrellas, estofado y estafas; rimas, risas, "El rey Midas" -por qué no-, observemos las cosas bellas de la vida (-> LA MUERTE). Entre todas esas cosas ¿te has puesto a pensar cómo sería tu Epitafio?, ¿o el mío?... Bueno deja de pensar que a estas alturas del año hace más mal que bien y lee mi puto blog. Escribe y redibuja mi epitafio en versos -lo sabes hacer muy bien- y habla de este negro pero querido amigo.
Espero os verte luego, chaucha...
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