viernes, junio 04, 2010

INTROSPECTOR

"Las palabras significan mucho más cuando estás medio ebrio".

He empezado a usar mi celular otra vez para escribir mis ideas. Vivi, la razón principal que encuentro para escapar de los carretes, además de las que hablamos, es que me encanta caminar solo, con música sonando en los oídos. Tu entiendes, a ti también te gusta mucho eso de creerse el protagonista de la película, especialmente después de esas tardes alcoholizadas. No hay nada más rico que ser el centro de tu propia existencia.

Ahora lo que quiero es captar la imagen en toda su pureza, tal como se presenta en mi mente, y creo también que eso, la experiencia fenomenológica, sería un buen punto de partida para el renacimiento del blog. 
  
Vivi, creo que estoy por fin encontrando mi lugar y mi camino. Veo claridad y luz frente a mí. Los Wallflowers me acompañan mientras viajo, alimentando mis pensamientos de introspección. Es el destino de nosotros los vanidosos, comprender lo que somos y lo que está justo al frente.

El Breach se acaba mientras llegamos a San Javier y le pago el pasaje al auxiliar. Pongo el Bringing Down The Horse, mientras pienso en la importancia de desarrollar una narrativa objetiva, dentro de lo humana y lingüisticamente posible, de la experiencia presente, tanto psicológica como corporalmente, y Vivi, mientras pienso... ¿te cuento? ¡Me siento acogido! Como si pudiera revelar casi cualquier cosa. Poco importan la forma y la estética, solo la sinceridad vale, solo importa la vida misma.
                                                                                                                                                                    En el pasillo del bus hay un joven y una joven conversando. Parecen conocerse, parecen gustarse. Harían una linda pareja, y yo pienso, mientras observo y analizo sus expresiones, que me gustaría estar ahí, precisamente en el espacio que los acerca y que al mismo tiempo los distancia. Me gustaría sentir lo que ellos parecen sentir. 

Estoy llegando a Linares y el viaje, entre escrituras, sorprendentemente no ha parecido durar más de 15 minutos.