jueves, octubre 26, 2006

Toavía somos kbros po..!!

¿QUÉmierda? ¿Cómo esperan ke los jóvenes decidamos todo lo ke keremos ser y hacer en el futuro? Wn, tamos mal.. mal mal! Se supone ke esta es la etapa en ke estamos todos confundidos y no tenemos idea de nada y nos ekivocamos y volvemos a ekivocar 15 veces en un puto día...
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...y nos piden decidir nuestro futuro. Sin tener idea de como cresta funciona el mundo. Y más encima los viejos no nos dan la oportunidad de ekivocarnos, onda patá en la raja si keri cambiarte de carrera o wea así, te pagué el año completo y no lo vai a perder. Te kedai en tu mierda!
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No se Ud. honorable señor lector, pero a mi me parece una brutalidad. Las cosas podrían ser sólo un pelito más justas. ¡Loco, en tiempos del imperio romano los jóvenes eran jóvenes hasta como los 25 años o más! Y se la pasaban de juerga en juerga los perlas esos, discípulos de Baco...
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El mundo no tiene por ké ser como es ahora, no es algo ke esté escrito en nuestra naturaleza biológica o en el alma ni niuna wea, las cosas han sido muy distintas en otros tiempos y culturas, y ahora tb podrían ser distintas. Por último, si TENEMOS ke elegir nuestra profesión con los pocos conocimientos y grados de madurez ke hemos alcanzado, entonces por la puta compréndannos si nos ekivocamos...
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Digo todo esto porke estoy un poco desencantado de la psicología... pero sólo un poko. No es para tanto, no es mi situación lo ke comento más arriba, pero pensando la weá creo ke alguien tenía ke decirlo. Me parece una incongruencia ke en nuestros años más despistados nos hagan tomar la ke seguramente será la decisión más importante de nuestras vidas...
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Pero mantengan la sonrisa y hagámonos los wevones por un rato, ignoremos la responsabilidad y digámos "PIKO" con la wea, ke igual ando de muy buen humor =D
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“Que el mundo fue y sera una porqueria ya lo sé, en el quinientos diez y en el dos mil también, que siempre ha habido chorros maquiavelos y estafados contentos y amargados varones y doblés pero que el siglo xx es un despliege de maldad insolente ya no hay quien lo niegue, vivimos revolcados en un merengue y en el mismo lodo todos manoseados. Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador. Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor, no hay aplaza'os ni escalafón, los inmorales nos han iguala'o, si uno vive en la impostura y otro afana en su ambición da lo mismo que sea cura colchonero, rey de basto caradura o polizón. Que falta de respeto, que atropello a la razón, cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón, mezclado con Stavinsky va Don Bosco y Napoleón, Don Chicho y Lamignón Carnera y San Martín, igual que la vidriera irrespetuosa de los cambalaches se ha mezclado la vida y herida por un sable sin remache ves llorar la biblia junto a un calefón. Siglo xx, cambalache problematico y febríl, el que no llora no mama y el que no afana es un gil. Dale nomás, dale que va que alla en el horno se va'mo a encontrar, no pienses mas, sentate a un la'o que a nadie importa si naciste honrra'o si es lo mismo el que labura noche un dia como un buey que el que vive de las minas que el que mata, que el que cura o esta fuera de la ley." (Carlos Gardel, Cambalache.)

domingo, octubre 22, 2006

Tiempos Modernos

En nuestra cultura contemporánea no existen ritos de expiación de la culpa, no hay manera de librarse de ella, no hay una tradición de liberación. Culpa, culpa, culpa. ¿Cuál es la puerta de salida? ¿Cómo puede uno perdonarse a sí mismo? Atrás quedaron los confesionarios, vacíos, olvidados. Como nuestros espíritus. Porque Occidente ha vendido su alma al diablo por riquezas, como si esta fuera un fin y no un medio, y con ella se fueron los valores, los sueños, la imaginación y la autoconciencia. Siento una intensa y fervorosa inclinación hacia la trascendencia. Y hacia la paz. Y hasta las sensaciones del cuerpo despiertan mi infinita curiosidad. Hayan o no misterios en el Universo, quiero más de lo que toco y veo cada día, no me interesa lo que ofrece el mundo de ahora. Se ha perdido mucho. Preguntémonos algo: ¿Qué mundo queremos construír para habitar?
Algunos creemos que depende de nosotros.
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Nota: quiero hacer una aclaración. A menudo me expreso en términos bíblicos o religiosos, pero no me interpreten de manera literal. Son metáforas, yo no soy católico ni dogmático en sentido alguno, pero ese estilo me da mayor facilidad de expresión. Trato/en de ver más allá. El Reino de Dios está en la tierra. Paz.
Y otra cosa: todos mis intentos de escribir en tercera persona fallan automáticamente. No puedo sacarme de la escena. Pienso que es un mal hábito y no me gusta. ¿Es egocentrismo?

jueves, octubre 19, 2006

El Profeta Delirante

Hace poco cayó en mis manos, por absoluta obra del azar y las casualidades, un documento, un texto sin fecha ni origen aparente. Lo tengo en mi poder y lo estoy observando ahora mismo: está en letra manuscrita, escrito en tinta negra semi borrada por las inclemencias del tiempo y la humedad. Se encontraba en pedazos cuando lo hallé, y con minucioso esfuerzo he logrado unir las piezas. Parece ser español actual pero me resulta extraño que se encuentre en tan mal estado, y además su estilo y su tema me hacen pensar en los tiempos clásicos. El autor es claramente un profeta o un poeta delirante, sus pensamientos son totalmente incoherentes y contradictorios, no hallarían cabida en nuestros tiempos. No creo que tenga mucho valor. A continuación se los transcribo:
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"Conozco el secreto de la vida eterna: estar siempre en el presente, en el instante, en el aquí y ahora. Al suprimir todo pensamiento sobre el pasado o el futuro, el momento parecerá como si nunca fuera a acabar, no tendrá principio ni final. Es el principio de vida que rige en los animales, ellos son uno con la naturaleza, y la naturaleza es infinita en todo sentido, sea tiempo, sea espacio, sea como sea. No puedo concebir ningún ideal espiritual más elevado y glorioso que el de la existencia no-existente del animal.
Los hombres no somos superiores, somos ángeles caídos en desgracia, expulsados del paraíso, despreciados por Dios, aprendices del diablo. ¿Qué crimen pudo ser tan atroz para merecer tal castigo? Supongo que esa es la pregunta que hay que responder para expiar nuestro pecado, resolver el daño que hemos causado en la mordida de la manzana para encontrar el camino, recorrerlo y ganar la apertura de las puertas del Cielo. Tales preguntas debemos resolver para descifrar el enigma de la vida eterna, del que podremos conocer su naturaleza pero no todavía su camino.
¿O es qué lo conocemos? ¿Tenemos ya la formula alquímico-espiritual del instante eterno? ¿Meditación, desapego, amor? No creo en la *vida* después de la vida, creo que la *vida* está en la vida, creo en la verdadera vida y no en la verdadera muerte. El corazón, fuente de las emociones, asiento del alma, es el que palpita, es el que vive. En el ritmo de su palpitar está la Gran Verdad y la Gran Revelación, en nuestro interior, oculta bajo kilos y kilos de materia carnal y energía intelectual. Las religiones fueron malinterpretadas, es hora de que descubramos a Dios en cada árbol y en cada roca, en los besos y en las lágrimas, en la tierra y en las nubes. Lo sagrado está en sujetos y objetos y en el espacio que queda entre los dos. Entendamos que no hay un borde entre lo trascendente y lo intrascendente, porque toda distinción es hecha por una consciencia limitada. Los animales no hacen distinciones, es por eso que continúan siendo sabios-dichosos-divinos-eternos poseedores de la esencia motriz-vivificadora-inmutable del universo-multiverso que llamamos, tontamente, con el nombre de Dios, reduciéndolo, separándolo, apresándolo. "En el principio existió el cáos". Cielo, Edén, Valhalla, Nirvana, niñez perdida... todos nombres del Instante Eterno en que una vez se vivió y que todavía recordamos en algún lugar oculto del alma, desde donde ilumina mucho o poco cada aspecto de nuestra existencia, impregnándonos de nostalgia. Es el siempre buscado Instante Eterno el que llamamos ansiosamente desesperados con el nombre de felicidad, y nuestra obsesión es su posesión, y su búsqueda nuestra perdición. La llave es el relajo, es mirar al mundo, sonreír y ser parte de él, y confieso que conozco la receta... mas los ingredientes no los encuentro por ningún lado, están bien ocultos dentro de la maraña eidético-emotiva de la mente pestilente. El camino es ahora, siguiendo a los ascetas, hacia el silencio..."
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"Así ha hablado Qohelét, Corazón de Palabras Ahogadas, El Profeta Delirante, El Deslenguado."
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Confieso que al leerlo, sus palabras me llenan de turbación. ¿Quién fue ese tal Qohelét, que tomó su nombre de un antiguo sabio bíblico? Sólo un loco, sus palabras no comprenden sabiduría ni valor alguno. Les doy la libertad de fabricar sus propias opiniones.

martes, octubre 17, 2006

No soy yo.


Todo menos el tedio me da tedio.
Quiero sin tener sosiego sosegar.
Tomar la vida todos los días
Como un remedio,
De esos remedios que hay para tomar.
Tanto aspiré, tanto soñé que tanto
De tantos tantos me hizo nada en mí
Mis manos quedaron frías
Sólo de aguardar el encanto
De aquel amor que las calentara al fin.
Frías, vacías, Así.



De verdad me gusta ese poema, lo acabo de leer, es de Fernando Pessoa.

sábado, octubre 14, 2006

Charquen, charquen. Rico el charquen.

Dicen que las cosas más importantes en la vida llegan sin ser esperadas. Adoro esa idea, y vivir con ella en mente hace las cosas mucho más fáciles. Podrán ser grandes sorpresas, de esas que dan un vuelco en tu rumbo y determinan tu destino, o sorpresas sencillas y que luego se olvidan, pero que te dan un grato y dulce momento.

Por ejemplo lo que me pasó ayer. Ayer un señor me habló. Era un hombre de ochenta años y conversamos por más de una hora mientras viajábamos por Santiago en la micro. Me contó toda su vida, era piloto y conocía el mundo casi entero, se casó dos veces y hace un mes lo atropelló una bicicleta en Viña del Mar. Le gustaba trotar y nadar en el mar. Hablamos de amistades, amores, deseos y temores, y juntos nos reímos a carcajadas de lo curiosos que son los vendedores en las micros. Su nombre era don Roberto Valenzuela y era un caballero, un hombre ejemplar, culto, lúcido y de espíritu más joven que el mío. Un amante de la vida, un aventurero. Admiro profundamente a ese tipo de gente que podría morir satisfecha, sabiendo que lo hizo todo y que logró conquistar el mundo.

Tener una de las mejores conversaciones con un completo extraño y luego, con la misma facilidad con que todo empezó, decir adiós y no vernos nunca más. Nunca sabes lo que encontrarás en un extraño, es el gran azar lo que mueve las piezas. Espero que don Roberto siga siendo el mismo por los muchos años que yo sé le quedan por disfrutar.

jueves, octubre 12, 2006

Le Nouveau Monde


Caballeros, señoritas, mis cordiales y más sinceros saludos. Abro este blog como un espacio de reflexiones sobre las experiencias, el mundo y las ideas, y sobre diversas expresiones culturales e inculturales que llaman mi atención día a día y que, como el agua de los ríos, se pierden eventualmente en el vasto océano del olvido. Mi propósito es crear algo cercano a una bitácora meteorológica de la mente individual y colectiva, una suerte de espejo del constructo social que llamamos, con genuina ingenuidad, la realidad, y si el saber lo permite, abrir una ventana hacia nuevas perspectivas y territorios inexplorados.

Ahora, hablemos como los mortales que somos y no como los dioses que soñamos ser. Mi nombre es Felipe, tengo 20 años y me gustan el olor de la primavera y el de los libros viejos. En días de sol tengo los pies en la tierra y mi cabeza escucha la voz de mi corazón y la de mis sentidos, y en los días grises mi cabeza se envuelve de nubes para no ver a un corazón que llora. Es una cuestión de colores, nada más. Se varias cosas inservibles pero que me hacen pasar por alguien inteligente, y me preocupo con todas las ganas de ser un buen tipo, aunque a veces sea tan dificil. Odio discutir por discutir, prefiero comprender, y odio los reproches porque creo que a la gente se le enseña con amor y no con temor. Me gustan las cosas lindas y tranquilas, como las fotos en blanco y negro, la pintura y las guitarras acústicas, pero estimo también a sus opuestos.

¿Qué clase de hombre es superior, un asceta que dedica su vida a la contemplación y se aleja de todo deseo y distracción sensorial (como un monje budista), o un hedonista que reconoce que la vida es una sola y hace de los placeres y la satisfacción de los deseos su único sentido (como Jim Morrison o Dorian Gray)? La mayoría oscilamos entre ambos extremos... lo correcto o incorrecto depende del estado de ánimo en que nos encontremos.

Creo en dios, pero como yo lo veo es un dios insustancial y transparente, sin personalidad, como un motor o una energía, quizás la emoción básica del universo, su impulso y su dirección. No un dios con cuerpo de hombre, túnica blanca y barbas largas; cada cultura da forma a sus dioses. Es como un ateísmo religioso o una religiosidad atea. Otra cosa es el alma eterna de cada ser, que me parece bastante improbable. De todos modos admiro a los que creen fervientemente, sus vidas tienen sentido y milagrosidad, mientras que los ateos pienso que sus argumentos siempre están basados en el desprecio y el mirar en menos al otro, o talvés en una falta de sensibilidad... aunque habrán ateos y habrán ateos...

Soy bueno para dar consejos porque creo que me las sé todas (ojalá me convenciera de que no es así), te podría decir que es mejor disfrutar de la mayor cantidad de cosas posibles y parar de quejarse, que la felicidad la encuentras sólo cuando la has dejado de buscar, y que lo peor es intentar controlarte a tí mismo y producirte cambios concientemente porque tu inconciencia sabe lo que es bueno para tí, así que relájate y déjate ser... en ese momento es cuando te encuentras a tí mismo. Mi vida es bastante abstracta y mi sueño frustrado es materializarla un poco más, hacer más cosas, enamorarme, viajar, carretear por una semana entera (mi récord son 5 noches en una semana), vivir más, llevar una vida de película, escalar una montaña, compartir con tribus salvajes, descender al Infierno y elevarme hasta el Cielo, morirme y resucitar, penas y alegrías, tropiezos y superaciones, hallazgos y pérdidas...

Soy pacifista, aunque hay veces en que un buen maremoto sirve para borrar lo añejo y abrir terreno para las nuevas posibilidades, y... ahh estoy tan cansado... arrghhhh..... ,,,,,asd.,dñlLK..-................

(aquí terminan de improviso los escritos del Capitán)