miércoles, enero 17, 2007

La Casa

He llegado recién a la casa. Son las 3:15 am y he hecho algo nuevo.
Esta no es una noche de discusiones o de miedos y competencias, esta noche hablé poco y no creí en verdades más allá de lo visceral. Sin embargo hice mucho.
He irrumpido en una casa ajena, abandonada y a la venta. Es un lugar muy importante para mí, viví importantes años de mi infancia en ella. En completa soledad recorrí el jardín, antes hermoso, ese que nosotros hicimos con nuestras propias manos. Recorrí como un vampiro entre la oscuridad todas las habitaciones de la casa. Toqué las paredes de la mía, una vez cubiertas de imágenes de mis ídolos animados. Me recosté tranquilo en el suelo de parqué pisado tantas mañanas por mis pies descalzos. Me regocijé con viejos recuerdos musicales en el living, mis inicios, mi nacimiento en las ideas que ahora guían mi camino.
También me traje un trofeo... robado. No me enorgullezco demasiado, pero a fin de cuentas es un recuerdo, y estaba ahí abandonado detrás de la puerta, el peor lugar para dejarte olvidado. Dudo que alguna vez lo use, es más un tributo a la nueva valentía (o indiferencia) que cultivo hace poco. Descansa por ahora ahí dormido sobre mi cama. Mañana lo colgaré en cualquier parte.
Yo soy un nostálgico la mayoría de las veces, es por eso que esto es tan importante para mí. No hice ningún mal a nadie, no causé destrozos, esa nunca fue mi intención. Pero si aún así me juzgan mal, pues trataré de no tomarlos demasiado en serio.
Fue agradable visitar una vez más un lugar que me dejó recuerdos tan bonitos. Y fue también bastante liberador.
Son ahora las 3:41 al terminar este extraño texto. Ojalá tengan una bonita noche en lo que queda de ella.

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